El rock en español es un género musical que emergió en la década de 1960 y ganó popularidad en la de 1980 en varios países de habla hispana. Se caracteriza por fusionar elementos del rock y el pop con la música tradicional y folclórica de las naciones donde se desarrolló.
Argentina, España, México, Chile y otros países latinoamericanos han sido cunas de este género, con artistas destacados como Soda Stereo, Héroes del Silencio, Los Prisioneros, Caifanes y más.
El rock en español ha evolucionado con el tiempo, adaptándose a cambios en la industria musical y a tendencias culturales. Su influencia perdura en la música latinoamericana y ha conquistado audiencias globales, trascendiendo fronteras y culturas.
1984, España empieza a experimentar cambios, y en la música aparecen nuevos grupos con algo que decir. El cantante de los "Aristogatos" (Mikel) y dos componentes de los "Dalton" (Diego y JuanRa) deciden crear un grupo que va a llevar el nombre de un personaje de Robert Louis Stevenson. Son Duncan Dhu. Tras ensayos y rodaje en pequeñas salas, llevaron su propuesta, un pop-rock básicamente acústico y sencillo, por los pasillos de las compañías discográficas instaladas en Madrid. Insistieron en que oyeran su maqueta (de la que sólo tenían una copia), fueron despreciados por las multinacionales, pero finalmente ficharon por G.A.S.A. (Grabaciones Accidentales S.A.). Rompían con lo que se hacía por aquel entonces entre los grupos Donostiarras: un rock radical. Ese desmarque hizo que se les pusiera la etiqueta de pijitos, aunque ellos argumentaron que eran etiquetas inventadas por la prensa. Los pijos de verdad no los podían ni ver, para ellos eran incalificables. Sus primeras a...
Rosa gris, mirada dulce y labios de cristal,
y la piel que no toqué, blanca como su intención.
Sin saber las reglas de la calle del amor,
no sé puede flirtear con la pasión de la ciudad.
La vida y la ilusión se van
como el viejo tren que no volvió;
por la calle del amor se van,
dónde, sin pensar, se venderán.
Una vez, el día trajo la oportunidad
de volar aún más allá de la calle del amor,
al notar la seda de princesa, acariciar
a la chica de cristal, a la fría rosa gris.
Su piel se endureció y su voz
ya no se quebró al suspirar;
la mirada aprendió a pedir
lo que alguna vez no se atrevió