La música llanera es un género musical originario de la región de los Llanos de Colombia y Venezuela. Esta música tiene sus raíces en la cultura de los gauchos o llaneros, quienes vivían en las vastas llanuras de Sudamérica.
La música llanera se caracteriza por su ritmo alegre y bailable, así como por el uso de instrumentos como el arpa, el cuatro (una especie de guitarra), las maracas y el bajo. Las letras de las canciones llaneras suelen hablar de temas como la vida en el campo, el amor, la naturaleza y la patria.
La música llanera ha evolucionado a lo largo del tiempo y ha incorporado elementos de otros géneros musicales, como el jazz y el rock. Actualmente, la música llanera es muy popular en Colombia y Venezuela, y ha sido reconocida a nivel internacional como un símbolo de la cultura sudamericana.
Armando Martínez es un cantante y compositor venezolano de música llanera. Nació el 31 de diciembre de 1957 en Valle de la Pascua, Guárico, Venezuela. Ha logrado traspasar fronteras, destacándose por su calidad interpretativa. Es considerado uno de los cantantes de voz recia mejor cotizados de la música llanera actual, según la crítica especializada. Niñez, Juventud y Vida Familiar Armando Martínez fue criado por sus padres y abuelos. Desde niño sintió gusto por la música de su tierra natal, fabricando algunos de sus propios instrumentos musicales. Inicios de Armando Martínez en la Música Armando Martínez comenzó su carrera musical en la coral del Instituto Universitario de Tecnología de Los Llanos. En 1980, participó en el primer Festival Nacional de Música Llanera Panoja de Oro, celebrado en Valle de la Pascua, donde logró el segundo lugar. Ese resultado le dio la oportunidad de grabar comercialmente el tema que interpretó en esa ocasión. Género musical El est...
Como será mi tristeza (bis)
Si yo logro llega a anciano,
Cuando mis manos no puedan (bis)
Limpiarle el lomo a un caballo
Acomodarle una silla
Tampoco sacudí un falso
Quizás ni ponerle el freno
Ni mucho menos montarlo,
Ese es el peor castigo
Que me podrán dar los años.
Porque yo toda la vida
Se la he dedicado al llano,
Y al ver que no pueda hacer
Lo que hice cuando chavalo,
Los pocos días que me quedan
Los iré a pasa es pensando.
No volveré a toria un toro (bis)
Ni a cruzar un río nadando,
Tampoco ordeña una vaca (bis)
Ni a trajinar en el barro.
No vuelvo a pica una soga
Ni a marcar un orejano,
Y tal vez ni peque un lazo
En un mastrantal quemado,
Ni a sacar una tarea
Con los soles de verano.
No volveré a amanecer
Al pie de un arpa cantando,
Entre palos de aguardiente
Con una muchacha al lado
Bregando el verso ladino
Con copleros veteranos.
Tal vez no luzca un sombrero (bis)
Borsalino o pelo e guama,
Ni mi liquilique nuevo ( bis)
De pasia en pueblos lejanos.
No vuelvo a entra a una manga
Luciendo un brioso caballo,
Ni volveré a saborear
La dulzura de unos labios,
Que después de una coleada
Eran el mejor regalo.
No vuelvo a entra a una gallera
Ni podré amolar un gallo,
Ni en una mesa de juegos
Hacer corré un par de dados,
Ni a peliá como se hacía
Solo pa proba un paisano.
No volveré a trasnochar (bis)
La gente en mi vecindario,
Yo que hacía las noches días (bis)
Por esos caminos largos.
Y donde me amanecía
Mantenía el mismo entusiasmo,
Yo que eché mil travesías
Sin necesidad de baquiano,
Siempre dejando en la vía
Muchos retoños sembrados.
Que con el tiempo darán
La misma sombra de este árbol,
Y al pensá en lo que yo fui
Y al ver que seré de anciano,
Me pararé en una esquina
A ver parriba y pa abajo.