La música brasileña es conocida por su diversidad y energía contagiosa, y las brasileñas no son una excepción. Este género musical abarca una amplia gama de estilos, desde el samba y la bossa nova hasta el forró, el frevo, el axé y muchos más. Cada uno de estos ritmos tiene sus propias características únicas, pero todos comparten la pasión y el espíritu vibrante de la cultura brasileña. La música brasileña es una invitación al movimiento y la celebración, perfecta para animar cualquier evento o reunión social.
¿Quién fue Amália Rodrigues?Amália da Piedade Rebordão Rodrigues, mejor conocida en medio artístico como Amália Rodrigues, fue una cantante de fados y actriz portuguesa. Nace el 23 de julio de 1920 en Lisboa, Portugal - Muere el 06 de octubre de 1999 en Lisboa. Amália Rodrigues ha grabado a lo largo de su carrera 170 discos aproximadamente, además ha sido merecedora de importantes reconocimientos internacionalmente. Durante su trayectoria ha vendido más de 30 millones de copias de discos, además canta en portugués español, inglés, italiano y francés. Su carrera en la música y actuación duró más de 40 años. Su fama se internacionalizó durante las décadas de 1950 y 1970, pero sus vínculos con el régimen del dictador António de Oliveira Salazar -aunque algunas fuentes aseguran que dio dinero al Partido Comunista Portugués en la clandestinidad-, la obligaron a retirarse de los escenarios durante la década posterior a la Revolución de los Claveles de 1974. Ni�...
Que destino ou maldição
Manda em nós, meu coração!
Um do outro assim perdidos
Somos dois gritos calados
Dois fados desencontrados
Dois amantes desunidos
Somos dois gritos calados
Dois fados desencontrados
Dois amantes desunidos
Por ti, sofro e vou morrendo
Não te encontro, nem te entendo
Amo e odeio sem razão
Coração, quando te cansas
Das nossas mortas esperanças
Quando paras, coração?
Coração, quando te cansas
Das nossas mortas esperanças
Quando paras, coração?
Nesta luta, esta agonia
Canto e choro de alegria
Sou feliz e desgraçada
Que sina tua, meu peito
Que nunca estás satisfeito
Que dás tudo e não tens nada!
Que sina tua, meu peito
Que nunca estás satisfeito
Que dás tudo e não tens nada!
A gelada solidão
Que tu me dás, coração
Não é vida, nem é morte
É lucidez, desatino
De ler no próprio destino
Sem poder mudar-lhe a sorte
É lucidez, desatino
De ler no próprio destino
Sem poder mudar-lhe a sorte