Las baladas de oro son un género musical romántico que se caracteriza por sus melodías suaves y sus letras emotivas. Esta expresión musical alcanzó su cima de popularidad entre las décadas de 1960 y 1990.
Las baladas de oro suelen ser interpretadas por solistas o grupos musicales y destacan por sus arreglos musicales sencillos, donde dominan instrumentos como la guitarra acústica, el piano y la percusión suave. Las letras de estas canciones versan sobre temas de amor, desamor, nostalgia y melancolía.
Entre los artistas más notables de este género se encuentran Roberto Carlos, Julio Iglesias, José Luis Perales, Camilo Sesto, entre otros. Las baladas de oro han sido versionadas y reinterpretadas en diversos idiomas y estilos musicales, lo que atestigua su influencia y perdurabilidad en el ámbito de la música romántica a nivel global.
Miguel Rafael Martos Sánchez, artísticamente conocido como Raphael, nació el 5 de mayo de 1943 en Linares, Jaén, como hijo de Francisco Martos Bustos y de Rafaela Sánchez. Con su familia, se mudó a Madrid con nueve meses de edad y empezó su carrera como cantante a los tres años, recibiendo el sobrenombre del "Ruiseñor de Linares" y "El Niño de Linares". Un año después se unió a un coro infantil y a los nueve años fue reconocido como la mejor voz infantil de Europa en el Festival de Salzburgo, Austria. Raphael está casado con la periodista y escritora Natalia Figueroa con quien tiene tres hijos: Jacobo, Alejandra y Manuel. Este último está casado con la hija de José Bono, ex-Presidente del Congreso y de la Comunidad Autónoma de Castilla La Mancha por el PSOE. Amelia Bono y Manuel Martos tuvieron su primer hijo, un niño que pesa 3,5 kilos y mide 51 centímetros. El pequeño nació por cesárea en una clínica de Madrid y se llamará Jorge. Para Bono y su esposa, Ana ...
Más dicha que dolor, hay en el mundo
Más flores en la tierra, que rocas en el mar
Hay mucho más azul que nubes negras
Y es mucha más la luz, que la oscuridad
Digan lo que digan
Digan lo que digan
Digan lo que digan
Los demás
Son muchos, muchos más, los que perdonan
Que aquellos que pretenden a todo condenar
La gente quiere paz y se enamora
Y adora lo que es bello, nada más
Y, digan lo que digan
Digan lo que digan
Digan lo que digan
Los demás
Hay mucho, mucho más, amor que odio
Más besos y caricias, que mala voluntad
Los hombres, tienen fe en la otra vida
Y luchan por el bien, no por el mal
Digan lo que digan
Digan lo que digan
Digan lo que digan
Los demás
Digan lo que digan
Digan lo que digan
Digan lo que digan
Los demás