La música andina es un género musical originario de los países andinos de América del Sur, como Perú, Bolivia, Ecuador, Chile, Argentina y Colombia. Este estilo musical se caracteriza por la utilización de instrumentos tradicionales andinos como la zampoña, quena, charango, bombo y otros, combinados con instrumentos modernos como la guitarra y el bajo. Las letras de las canciones a menudo están escritas en idiomas indígenas como el quechua o el aimara y tratan temas relacionados con la vida cotidiana de la población andina, su cultura, su religión y sus tradiciones. La música andina ha sido reconocida y difundida en todo el mundo gracias a artistas como Los Kjarkas, Inti-Illimani, Quilapayún, entre otros.
¿Quién fue Violeta Parra?Violeta del Carmen Parra Sandoval, mejor conocida como Violeta Parra, fue una cantautora, pintora, escultora, bordadora y ceramista chilena, considerada por muchos la folclorista más importante de Chile y fundadora de la música popular chilena. Su aporte al quehacer musical y artístico chileno se considera de gran valor y trascendencia. Su trabajo sirvió de inspiración a muchos artistas posteriores, que continuaron con su ardua tarea de rescate de la música del campo chileno y las manifestaciones constituyentes del folclore del país y de Latinoamérica. Sus composiciones han sido elogiadas por críticos de todo el mundo, tanto por su compleja elaboración musical como por sus letras poéticas, ingeniosas y socialmente comprometidas. Canciones de su autoría han sido versionadas por gran cantidad de artistas. Niñez, Juventud y Vida Familiar Violeta era hija del profesor de música Nicanor Parra Parra y de la campesina y cantora popular Clarisa Sandoval...
Quisiera tener un hijo
Brillante como un clavel,
Ligero como los vientos,
Para llamarlo manuel,
Y apellidarlo rodríguez,
El más preciado laurel.'
De niño le enseñaría
Lo que se tiene que hacer
Cuando nos venden la patria
Como si fuera alfiler;
Quiero un hijo guerrillero
Que la sepa defender.
La patria ya tiene al cuello
La soga de lucifer,
No hay alma que la defienda,
Ni obrero ni montañés;
Soldados hay por montones,
Ninguno como manuel.
Levántese de la tumba,
Hermano, que hay que pelear,
O la de no su bandera
Se la van a tramitar,
Que en estos ocho millones
No hay un pan que rebanar.
Me abrigan las esperanzas
Que mi hijo habrá de nacer,
Con una espada en la mano
Y el corazón de manuel,
Para enseñar al cobarde
A amar y corresponder.
Las lágrimas se me caen
Pensando en el guerrillero,
Como fue manuel rodríguez
Debiera de haber quinientos,
Pero no hay ni uno que valga
La pena en este momento.
Repito y vuelvo a decir,
Cogollito de romero,
Perros cobardes mataron
A traición al guerrillero,
Pero no podrán matarlo
Jamás en mi pensamiento.